Aguas infinitas desde tu mirada
miel en tu caricia,
sobre mi frente;
Canto mágico,
paz del alma
Madre,
aquí te llevo siempre.
Una melodía que brota entre las hojas
raudas del otoño por la fría niebla.
Eres la columna de la primavera,
eres, tú, mi madre,
canto de la tierra.
¡Yo te quiero, madre
y te escucho siempre,
desde las estrellas!
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